Ganaron los charrúas con goles de Giorgian De Arrascaeta (14′ y 66′ de penal), Federico Valverde (31′) y Agustín Álvarez (46′). Descontó Marcelo Martins a los 59′ y 83′ de penal. El ‘Flecheiro’ es el goleador de las eliminatorias, pero la Verde sigue demostrando fragilidad.
5/9/2021
Carlos Lampe, sentido en el piso del estadio Campeón del Siglo. Foto: APG Nocitias
Nuevo traspié de la selección. Perdió este domingo en Montevideo ante Uruguay por 4-2, resultado que lo aleja más de la clasificación al Mundial Catar 2022 luego de la disputa de ocho partidos.
El volante Giorgian De Arrascaeta (14’ y 66’ de penal), Federico Valverde (31’) y Agustín Álvarez (46’) fueron los autores de las conquistas charrúas, mientras que Marcelo Martins (58’ y 83’ de penal), el goleador de la presente eliminatorias (8) hizo un doblete.
La imagen que dejó la Verde en la primera parte fue pobre. El esquema de César Farías jamás funcionó. La decisión de agrupar el equipo en defensa y medio campo solo sirvió para esperar al rival y cometer muchos errores defensivos.
Uruguay los aprovechó porque de entrada fue punzante. Utilizó bastante las puntas con dos jugadores que no son habitualmente titulares. No se sintieron las ausencias de Edinson Cavani y Luis Suárez porque Brian Rodríguez y Agustín Álvarez estuvieron a la altura de un ataque que peleó todas las pelotas y que tuvo un medio sector en el que Federico Valverde, Rodrigo Betancour y Giorgian De Arrascaeta estuvieron siempre para apoyar.
Bolivia careció de argumentos para calmar el sofocón. La reacción fue muy lenta y con muchas imprecisiones y eso afectó a una defensa que la pasó mal todo el tiempo, incluido el arquero Carlos Lampe.
El gol de De Arrascaeta a los 14 minutos fue resultado del descontrol defensivo, pero que comenzaba con la floja administración de la pelota en el medio. La conquista de Valverde, a los 31 minutos, fue por la misma causa. Una falta de Justiniano cerca de la línea del área a Rodríguez terminó en un tiro libre en el que todos se confiaron. Nadie pudo rechazar una pelota que pasó ante la mirada de todos.
El gol de Agustín Álvarez al minuto de haber empezado el segundo tiempo fue devastador para el equipo boliviano, que sorpresivamente cambió de semblante con el ingreso de los hermanos Sagredo (José y Jesús), que custodiaron los laterales, de Moisés Villarroel y Henry Vaca, que reforzaron el medio campo.
La reacción nacional se hizo más notoria con el gol de Martins a los 58 minutos, cuando aprovechó un error de la zaga uruguaya para enfrentar a Fernando Muslera y conseguir el descuento.
A partir de ese momento fue otro partido para la selección, que tuvo fuerzas para presionar más arriba y así obligó a que Uruguay tenga menos tiempo la pelota y se complique en la salida.
El gol de penal de De Arrascaeta a los 66’, que fue por una falta de Marc Enoumbá a Rodríguez no calmó los ánimos de la Verde, que mantuvo la actitud de arriesgar más sobre el arco de Muslera.
Justiniano tuvo protagonismo en la distribución de pelotas y Martins estuvo más acompañado en el ataque, especialmente de Vaca y Villarroel que mostraron más vocación para asomarse sobre zona enemiga.
Fue así que a un cambio de frente de Vaca ocasionó que Nahitan Nandez cometa penal a Roberto Fernández.
El ejecutor, como era de esperarse, fue Martins, quien a los 83’ marcó la segunda diana boliviana, la octava en las eliminatorias.
El 4-2 tonificó el juego nacional e hizo olvidar que los uruguayos habían sido contundentes gran parte del partido. Siguió corriendo y presionando, actitud que hizo que la derrota haya sido menos dolorosa.
Después de este encuentro, la selección debe enfrentar el próximo jueves a Argentina en Buenos Aires. Otro partido complicado.
El Deber