El Araña, en su primera temporada en Inglaterra, se convirtió en una pieza de recambio importante para lograr la histórica Orejona del cuadro celeste
Si bien no ingresó en la final, Julián Álvarez fue una pieza importante del City en la coronación de la Champions (Foto: Reuters)
Julián Álvarez no deja de sorprender con su constante evolución desde que irrumpió en la primera de River Plate a fines del 2018 como un promisorio atacante. Consagrado como pieza clave del título que obtuvo la selección argentina en el Mundial de Qatar, el Araña también fue una carta importante a lo largo del camino en la Champions League que culminó con la victoria sobre el Inter de Milanen la final en el Estadio Olímpico Atatürk. En las recientes semanas también levantó la Premier League y la FA Cup.
A sus 23 años, rápidamente va llenando su vitrina de trofeos: ya tiene 13 y se acerca a la ilustre lista de futbolistas argentinos más ganadores que tiene a Lionel Messi en la cima con 42 títulos. Más abajo lo siguen Ángel Di María con 33, Carlos Tevez con 31, Luis González con 26 y Javier Mascherano con 25.
Además, logró algo que ningún argentino había conseguido en la historia: conquistar la Copa Libertadores, Champions League y el Mundial. Hasta hoy, sólo los brasileños Dida, Roque Junior, Cafú y Ronaldinho habían sido capaces de esto.
En su breve pero auspiciosa carrera, el delantero ha dado 13 vueltas olímpicas: seis con River Plate (una Copa Argentina, una Supercopa Argentina, una Liga Profesional, un Trofeo de Campeones, una Copa Libertadores y una Recopa Sudamericana), cuatro con la selección argentina (el preolímpico Sudamericano, la Copa América, la Finalissima y la Copa del Mundo) y tres con Manchester City (Champions League, Premier League y la FA Cup).
Aunque fue su primera temporada en Inglaterra y ha competido toda la campaña por un lugar en el once con un centrodelantero con números de ensueño como los de Erling Haaland, el oriundo de Calchín ha tenido un rol fundamental para el director técnico español Pep Guardiola.
En el camino para quedarse con este trofeo, el cordobés marcó una huella al aportar tres goles (FC Copenhague, Sevilla y Real Madrid sus víctimas) y dos asistencias (ambas contra el Sevilla). Cabe destacar que sólo fue titular en cuatro oportunidades e ingresó otras seis veces desde el banco. Los Ciudadanos en su camino a la gloria superaron a Borussia Dortmund, al cuadro español y al club danés en fase de grupos mientras que eliminó al RB Leipzig en octavos, al Bayern Múnich en cuartos y a la Casa Blanca en la semifinal. La final en Turquía la miró desde el banco de suplentes, ya que Pep hizo apenas dos variantes: Phil Foden y Kyle Walker ingresaron por los lesionados Kevin De Bruyne y John Stones.
Algo similar ya había hecho para adjudicarse la Premier League. Julián sólo se ausentó en un encuentro de los 38 que disputó el City en el torneo: fue titular en 13 ocasiones, saltó desde el banco de suplentes en 18 juegos y se quedó sin sumar minutos entre los relevos en otros 6 partidos.
Lo destacable es que el argentino de 23 años aportó nueve goles entre los minutos que sumó con un detalle: sólo una vez sumó un tanto saliendo desde el banco (en el 1-4 ante Southampton). El resto de los gritos fueron cada vez que estuvo desde el inicio. También marcó goles en la Copa de la Liga (Chelsea) y en la final de la Community Shield (Liverpool).
Tampoco se puede pasar por alto que el argentino pasará a integrar la selecta lista de jugadores que conquistaron la Champions League y el Mundial con su país en una misma temporada, algo que sólo otros once futbolistas firmaron en toda la historia. Los alemanes Sepp Maier, Paul Breitner, Hans-Georg Schwarzenbeck, Franz Beckenbauer, Gerd Müller, Uli Hoeness, Jupp Kapellmann (1974), Sami Khedira (2014), los franceses Christian Karembeu (1998), Räphaël Varane (2018) y el brasileño Roberto Carlos (2002) consiguieron esto anteriormente.
Infobae