Cuando la tristeza estuvo cerca de poder más, pero la fortaleza y un gran talento lo empujaron a cumplir su sueño y jugar en la élite mundial.
Una de las figuras del equipo comandado por Pep Guardiola es João Cancelo, y tiene una particular historia en su carrera por la que casi abandona todo, pero la resiliencia y fortaleza le permitieron seguir adelante con su sueño.
Los primeros pasos de João Cancelo en el fútbol
Su nombre completo es João Pedro Cavaco Cancelo y nació en Barreiro, Región de Lisboa, en Portugal, el 27 de mayo de 1994. Fue uno de los dos hijos que tuvieron Filomena y Joseph. El otro, Pedro, tiene 19 y juega en Vitória de Guimarães de su país. «Vengo de una familia humilde. En Portugal a menudo no hay trabajo; mi padre tuvo que irse a Suiza para ganar dinero para mantener a nuestra familia», contó alguna vez el hoy jugador del Manchester City. Y agregó: «Yo vivía con mis abuelos maternos, por lo que rara vez veía a mi madre durante el día; en un momento ella tenía tres trabajos diferentes y solo la veía a la hora de la cena».
Barreirense fue el primer equipo en el que Cancelo se formó como defensor hasta que, a los 14 años, se unió a las Inferiores del Benfica. Luego de ir pasando por las diferentes categorías, llegó el tan ansiado debut en Primera: fue el 28 de julio de 2012 en un amistoso ante el Gil Vicente, jugando los 90 minutos como lateral derecho. Pero antes de llegar a concretar su primera presentación por un torneo oficial, sufrió un golpe difícil de superar: su madre falleció en un accidente de auto donde también viajaban él y su hermano.
El momento más difícil en la carrera de João Cancelo: casi deja el fútbol por la muerte de su madre
Fue en 2013. João tenía 18 años cuando su vida se vio fuertemente sacudida. Filomena, madre de los hermanos Cancelo, manejaba un Audi A3 con sus dos hijos de acompañantes. Habían dejado a Joseph, su padre, en el aeropuerto de Lisboa y estaban regresando cuando ocurrió el accidente automovilístico. Ella falleció, mientras que João y Pedro sufrieron heridas leves.
«Cuando perdí a mi madre, sentí que estaba en el fondo de un pozo. Me sentía como un robot que tenía que hacer su trabajo, luego irse a casa, día tras día. No disfruté del fútbol, estaba jugando porque tenía que hacerlo. Realmente pensé en rendirme porque ya no tenía sentido. Pero el personal del Benfica me llamaba constantemente para pedirme que volviera porque creían en mi potencial», confesó quien hoy es una de las figuras del equipo de Guardiola.
Luego, explicó brevemente cómo fue el proceso para superar la importante pérdida y el regreso del amor por el fútbol: «Mi padre dejó que las cosas se calmaran, luego me habló. Dijo que tanto él como mi hermano me necesitaban, necesitaban que tuviera fuerzas para seguir porque mi padre se tenía que quedar; ya no podía volver a Suiza. Para entonces ya había firmado un contrato profesional con el Benfica y gran parte de mi dinero se usaba para mantener a mi familia, así que decidí volver a jugar. Al principio no fue fácil. No tenía fuerzas, ni ganas, pero esa conversación con mi padre y el amor que tengo por este deporte me hizo superar todo. Mi amor por el juego comenzó a regresar gradualmente; mi sonrisa regresó lentamente. De eso se trata la vida. Por grandes que sean nuestras pérdidas, tenemos que continuar. Leí muchas cosas sobre guerreros y ciertas cosas realmente resuenan conmigo».
Pese a que la fortaleza logró llevarlo a lo más alto, siempre habrá momentos de debilidad: «Me gustaría mucho poder hablar con mi madre porque siempre falta algo. Incluso cuando logro algo importante, siempre existe este sentimiento. Es como si siempre tuviera un vacío en mi corazón porque ella no está físicamente allí. Era una persona alegre y aunque estaba cansada, siempre tenía tiempo para mi hermano y para mí. Mi madre siempre fue una luchadora. Además de los trabajos que tenía, siempre encontraba tiempo para llevarme a los entrenamientos. Hoy también trato de que mi familia no se quede sin nada. Trato de darle a mi hija y a mi novia el amor que ella me dio».